LA INFLACIÓN

Autor: Juan de Dios Urrutia Contreras  lunes, 11 de Diciembre de 2017

Definimos la inflación como la manifestación de un desequilibrio macroeconómico que  conlleva al aumento sostenido del nivel interno de precios, generalmente atribuido a un aumento de la demanda agregada, por sobre el producto, que genera la pérdida del poder adquisitivo de la moneda.

Este fenómeno suele tener diversos orígenes, siendo el principal de naturaleza interna dada por déficit fiscales permanentes que los gobiernos suelen financiar, ya sea, mediante la emisión  de deuda, con aplicación de sus reservas internacionales o sucumbiendo a la tentación de  la emisión inorgánica de dinero.

En cualquiera de estos casos el efecto es un incremento de la oferta de dinero que crece por sobre la tasa de demanda de dinero provocando un exceso de oferta.

Los países miden la inflación por medio de un indicador conocido como el Índice de Precios al Consumidor (IPC). En Chile el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), efectúa una encuesta mensual que mide la variación de precios de una “canasta básica” de productos y servicios, respecto de un año base (2003).

Latino América en general y Chile en particular presentan una historia inflacionaria dramática.

A mediados de 1973 la tasa de inflación en Chile llegaba a cifras cercanas al 700% anual. Sus causas hay que buscarlas en las transformaciones políticas que el gobierno de la época intentaba imponer al país desde 1970. Estos cambios que propendían a la instauración de una economía centralizada de corte socialista, en la que el estado asumía un rol preponderante en la economía basado en la propiedad estatal de los medios de producción, la estatización del crédito mediante la estatización de la banca, una agresiva reforma agraria que violaba el derecho a propiedad y otras medidas que vulneraban la “certidumbre” llevaron al país, luego de una breve etapa de mejoras sociales, a una abrupta caída de la producción, a la escasez, a la fijación de precios, al mercado negro, a la inflación que afectaba mayormente a los menos favorecidos y a la emisión inorgánica que en fin solo generó profundizar el problema. Todo esto era acompañado del caos social y político.

El cambio de régimen que sobrevino en 1973, implementó diversas medidas para estabilizar la economía. 

Entre las principales destacan:

  1. “Una reforma tributaria radical, dirigida a eliminar un desequilibrio fiscal endémico, suprimir las distorsiones mis importantes y evitar las crisis recurrentes de la balanza de pagos.
  2. La apertura (unilateral) al comercio internacional, a través de la eliminación de las restricciones cuantitativas y la aplicación de un arancel uniforme del 10% a las importaciones.
  3. Un programa importante de privatizaciones que abarcó la mayoría (aunque no la totalidad) de las áreas de la economía.
  4. Una profunda reforma financiera que des-reguló el mercado interno de capitales y permitió un acceso bastante irrestricto al sector bancario.
  5. Una reforma laboral dirigida a aumentar la flexibilidad del mercado de trabajo, y reducir el grado y la intensidad de los conflictos laborales.
  6. La privatización del sistema de seguridad social.” 

(Referencia: Veinticinco Años de Inflación y Estabilización en Chile (1973-1998) Sebastián Edwards – Biblioteca del Congreso nacional de Chile)

 En lo práctico las medidas más urgentes consideraron, por una parte la reducción de la masa monetaria que se implementó a mediano plazo, la eliminación de subsidios que recargaban al estado, la reducción de la masa de empleados públicos,  y por otra, la privatización de empresas publicas tradicionales y de aquellas de reciente estatización. No se intervino en el control de precios.

Es indudable que el “Costo Social” de estas medidas solo fue posible dada la naturaleza autoritaria del gobierno al que le correspondió normalizar los desajustes económicos.

Desde allí en adelante, pasando por algunos momentos de crisis profundas como en 1982, el país ha sorteado muy bien los ciclos económicos habiendo construido un sistema económico robusto, con un sólido sistema financiero y con un Banco Central autónomo. 

La inflación pasó a 41,09% en 1978; a 9,84% en 1982 y desde allí a continuado a la baja lográndose que se mantenga en el rango meta del Banco Central, es decir en las vecindades del 3% anual.

Cordialmente, 

JdD

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